Las adicciones no-químicas implican la ejecución de conductas repetitivas que tienen por objetivo aliviar la tensión por medio de la realización de comportamientos que resultan contraproducentes para el sujeto.
La urgencia para completar la conducta -y el malestar experimentado si se impide hacerlo- se asemejan al deseo compulsivo y al síndrome de abstinencia sufridos por los drogodependientes.
Las personas pueden hacerse adictas de cualquier conducta placentera, pero hay ciertas características en el uso de Internet que lo hacen particularmente adictivo. Lo que motiva especialmente a las personas jóvenes a las redes sociales virtuales es la accesibilidad, disponibilidad, intimidad, alta estimulación y anonimato que ofrece Internet.
Los síntomas del abuso de Internet son comparables a los criterios utilizados para diagnosticar otras adicciones químicas y no-químicas.
Hay algunas señales de alarma que se encienden antes de que una afición se convierta en una adicción. Los principales factores de riesgo de esta adicción para los jóvenes son la vulnerabilidad psicológica, el estrés, las familias disfuncionales y la presión social.A su vez, los factores de protección están estrechamente relacionados con las habilidades de afrontamiento, el entorno social sano y el apoyo familiar.
Se comentan las implicaciones de esta revisión para la investigación futura en este campo.